Santos Marta Ramos

15 marzo, 1944 ~ 7 octubre, 2025

 

PRECEDIDA   Hija de Dolores Ramos y Ursulo Castillo, fue precedida en muerte por su amado esposo, Santos Balvino Pineda, y por su hija, María Maribel Pineda, quien falleció siendo una bebé. Hermanas fallecidas: Ermelinda Ramos, Julia Ramos y Argelia Ramos     SOBREVIVIDA  Es sobrevivida por sus hermanos Gustavo Ramos y Antonio Ramos, y por sus hermanas Lidia Ramos y Carmela Ramos. Le sobreviven sus hijos: Elman Edgardo Pineda, Sandra Yanneth Hernández, Santos Abel Pineda, Bessy Marisol García y Raúl Ernesto Pineda.0, Deja una gran familia de nietos y bisnietos.  • Por su hijo Elman, siete nietas: Martha, Melissa, Melinda, Maritza, Susan, Jennifer y Jazmín Pineda; y nueve bisnietos: Ayden Quiñones, Adrian Sepúlveda, Andrew Sepúlveda, Alexander Sepúlveda, Leonel Lucio Pineda, Julian Lucio, y Victor Lucio Jr.  • Por su hija Sandra, dos nietos: Krissia Hernández Pineda y Elmer Edgardo Hernández; y un bisnieto: Matthew Lee Rogers.  • Por su hijo Santos Abel, cinco nietos: Juvinni, Krisella, Linzie, Brandon y Abel Pineda; y tres bisnietos: Damián Robles Pineda, Marcelo Robles Pineda y Camila Robles Pineda.  • Por su hija Bessy, dos nietos: Anthony y Christopher García.  • Por su hijo Raúl, siete nietos: Greyci Vanegas Pineda, Brayan Vanegas Pineda, Amy Turcios, Kimberly Turcios, Stephany, Bryana y Yhanira Pineda; un bisnieto: Marlon Pineda Saravia y dos bisnietas: Adaline y Annalise Mendiola.  •También deja una nieta de corazón, Julissa Tobias     OBITUARIO   Santos Marta Ramos de Pineda partió a descansar en los brazos del Señor el 7 de Octubre del 2025 a sus 81 años de edad en Aurora, Colorado. Nació en el cantón Potosí, San Miguel, El Salvador. Allí conoció a su esposo, Santos Balvino Pineda, con el cual formó una hermosa familia teniendo 6 hijos. Fue una mujer fuerte, trabajadora y logró cumplir muchas de sus metas. Con su esposo cultivaron sus tierras finalmente logrando emprender en el comercio. Fue muy amada y conocida por su buen corazón incluyendo su fe en Dios. Vivió durante la época de la guerra civil salvadoreña logrando la protección y traslado de su familia a San Miguel, El Salvador. Trabajó incansablemente para darles un mejor futuro a sus hijos apoyándolos en su inmigración a los Estados Unidos. Para varios de sus nietos no fue solo una abuela. También fue una figura materna dando un ejemplo de amor incondicional. Cuidando de Martha, Melissa y Melinda por algunos años de su infancia. Crió a Krissia, desde los 9 meses hasta los 8 años de edad. También convivió muchos años con Greyci y Brayan viendolos crecer. Tras el fallecimiento de su esposo se estableció en Aurora, Colorado donde vivió los últimos años de su vida rodeada del cariño de sus hijos, nietos y bisnietos. Su amada hija Sandra cuidó de ella con profunda dedicación, atención y amor, siempre a su lado. Sandra Junto a su hermana y hermanos se aseguraban de que nunca le faltara nada. Partió de este mundo en paz, rodeada de gracia y serenidad. En los ojos de los que la conocían fue una persona excepcional. Su fe, su fuerza y su corazón bondadoso dejaron una huella imborrable. Será recordada siempre por su amor y entrega. Viviendo siempre en sus corazones.