Ramona Marquez

Ramona Marquez, la mejor Mamá, Grandma, y Bisabuela, peacefully passed away on October 19th, 2025 at the age of 83. As she crossed from this world to the next, she was surrounded by so much love from her children and grandchildren. Ramona, second born daughter to Susano & Leonides Marquez, was born on March 7, 1942 in San Bernardo, Guanajuato, Mexico. 

She is preceded in death by her husband Rodolfo Marquez, her 5 children, one niece and her parents. She is survived by her four children, Gaspar Marquez, Martha Maria Marquez, Maria Iris Marquez, and Dorinda Melgoza Marquez; 8 Grand children, Juan Amado Delgado, Sarah D. Macias, Kristella Marquez, Octavio Melgoza, Yesenia Melgoza, Gaspar Marquez Jr., Ariana C. Marquez, Amanda Perez-Marquez; 6 Great-Grandchildren; Irie Marie Delgado, Sebastian and Valeria Melgoza, Makai McPhee, Maximus D. Macias and Zaius D. Macias; and her 8 siblings, along with many nieces and nephews. 

Ramona’s memory is one of love and resilience. In 1967, she was the first of her family to migrate to Salinas, Ca. For over 30 years she tended the fields of Salinas, raised four children, helped care for her grandchildren, and continued to be a pillar of love and support for her siblings. She enjoyed cooking for others and was famous for her delicious mole, buñuelos, and tamales de cacahuate, and was also an avid knitter who never turned down an opportunity to make a blanket or dress for a baby born into the family. She especially enjoyed traveling to Arizona and Las Vegas with Martha and Dora to go to casinos, spending time with Gaspar eating pizza and watching soccer on TV, listening to rancheras, and dancing to live Mariachi. Ramona was known for always having a smile on her face, being happy, and truly enjoying others’ company; she loved to share her life’s stories. 

Though her passing has left a void in the hearts of those who loved her, her memory lives on in the stories we’ll share, her jokes and dichos we learned from her, the recipes and remedios, her contagious carcajadas, the pictures, and most importantly, the love she gifted us. 

Querida Mamá, we love you and will miss you until we are together again. May God keep you in his glory. 

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Ramona Márquez, la mejor Mamá, Abuela y Bisabuela, falleció en paz el 19 de octubre de 2025 a la edad de 83 años. Al partir de este mundo, estuvo rodeada del inmenso amor de sus hijos y nietos. Ramona, segunda hija de Susano y Leonides Márquez, nació el 7 de marzo de 1942 en San Bernardo, Guanajuato, México.

Le precedieron en la muerte su esposo Rodolfo Márquez, sus cinco hijos, una sobrina y sus padres. Le sobreviven sus cuatro hijos: Gaspar Márquez, Martha María Márquez, María Iris Márquez y Dorinda Melgoza Márquez; ocho nietos: Juan Amado Delgado, Sarah D. Macías, Kristella Márquez, Octavio Melgoza, Yesenia Melgoza, Gaspar Márquez Jr., Ariana C. Márquez y Amanda Pérez-Márquez; y seis bisnietos. Irie Marie Delgado, Sebastián y Valeria Melgoza, Makai McPhee, Maximus D. Macias y Zaius D. Macias; y sus ocho hermanos, además de numerosos sobrinos y sobrinas.

El recuerdo de Ramona es uno de amor y resiliencia. En 1967, fue la primera de su familia en emigrar a Salinas, California. Durante más de 30 años cultivó los campos de Salinas, crió a cuatro hijos, ayudó a cuidar a sus ñietos y fue un pilar de amor y apoyo para sus hermanos. Disfrutaba cocinando para los demás y era famosa por su delicioso mole, buñuelos y tamales de cacahuate. También era una ávida tejedora que nunca rechazaba la oportunidad de tejer una manta o un vestido para un bebé nacido a la familia. Le encantaba viajar a Arizona y Las Vegas con Martha y Dora para ir a los casinos, pasar tiempo con Gaspar comiendo pizza y viendo fútbol en la televisión, escuchando rancheras y bailando al ritmo de mariachi. Ramona era conocida por su sonrisa permanente, su alegría y por disfrutar plenamente de la compañía de los demás; le encantaba compartir las historias de su vida.

Aunque su partida ha dejado un gran vacío en el corazón de quienes la amábamos, su recuerdo perdura en las historias que compartiremos, en sus chistes y dichos que aprendimos de ella, en sus recetas y remedios, en sus carcajadas contagiosas, en las fotografías y, sobre todo, en el amor que nos regaló.

Querida Mamá, te amamos y te extrañaremos hasta que nos volvamos a encontrar. Que Dios te tenga en su gloria.